Una lesión en el cuerpo, efectos negativos mentales o emocionales por causa de un acidente puede ser perjudicial para la salud. Al presentar una demanda por lesiones personales, es esencial obtener una compensación justa; recibir reparación no solo por las pérdidas económicas, sino también por su dolor y sufrimiento. El dolor y el sufrimiento es el dolor físico y emocional asociado con su lesión, que puede ser transmitido de persona a persona ya que le afecta a todos asociados.
Sí algunos daños relacionados con su lesión son fáciles de cuantificar, otros no lo son. Los daños que se pueden estimar con una calculadora, es decir como ejemplo, facturas médicas o salarios perdidos, se denominan como daños económicos. Sin embargo, los daños que no se pueden cuantificar se clasifican como daños no económicos tal como los emocionales y físicos. El dolor y el sufrimiento entran en esta categoría, sin embargo, hay un par de formas en las que se puede determinar un valor; El método del multiplicador y el método “Per Diem”.
El método del multiplicador es una ecuación que se utiliza con frecuencia, especialmente por las compañías de seguros para calcular las lesiones dolorosas y el sufrimiento. A través de esta ecuación, se suma todos los daños y se multiplica ese número entre 0.5-5. Sin embargo, en algunos reclamos, si los factores son abrumadores para el demandante lesionado, el multiplicador puede aumentarse a seis, siete o incluso diez. Los factores que pueden justificar con un multiplicador alto incluyen una recuperación prolongada (seis meses o más), el médico indica que sus lesiones serán recurrentes o degenerativas, o sufrirá alguna consecuencia permanente (por ejemplo, inmovilidad). Con consideración, este no es el único enfoque para cuantificar su reclamo de valor.