A medida que se acerca el invierno, las posibilidades de resbalones y caídas comienzan a aumentar drásticamente. Resbalar y caer en el hielo nunca es divertido, y a menudo duele. No sólo puede resultar embarazoso, sino que el dolor tiende a perdurar y causar molestias. Si te has caído sobre el hielo, aquí tienes tres sencillas medidas que debes tomar.
- Si es posible, intenta ponerte de pie y moverte. Determina qué lesiones, si las hay, se han producido. Asegúrese de documentar todas las lesiones: tome fotografías y mantenga un registro.